Compañeros y Amigos,
Quise tomarme el atrevimiento de escribirles unas lineas para compartir con Uds estos momentos de nostalgia, felicidad y reflexión.
Primero que todo recordar que mantengo en mi corazón mis más felices recuerdos y sentimientos de agradecimiento hacia todos ustedes. Todos Uds hicieron de mi infancia un recuerdo feliz y con Uds viví una serie de acontecimientos de los cuales no cambiaría ni el más mínimo detalle. Esos grandes momentos y aquellos no tan fáciles fueron lo mejor que me ha sucedido pues los compartí con las más maravillosas personas que el Todo Poderoso pudo escoger: Ustedes mis compañeros y amigos. Allí conseguí amigos que jamás saldrán de mi corazón y de mi vida y tuve el honor de compartir las vidas de otros cuyos rumbos tengo la tristeza de desconocer.
Claro, cuando uno piensa en el colegio lo primero que viene a la mente son los patios, aulas e instalaciones donde pasamos la mayor parte de nuestras infancias. Pero eso es lo menos importante. El colegio no existiría y sería insignificante sin todos y cada uno de nosotros. El colegio realmente lo conformamos todos los que alguna vez tuvimos el honor de ser un estudiante, un profesor o un directivo del mismo. Ese momento nunca se repetirá en la historia de la humanidad.
Los invito a mirar un momento a su izquierda y luego a su derecha , y luego alrededor de todo ése recinto. Miren cada uno de los rostros de esos niños y niñas que compartieron con nosotros quizás los momentos más importantes y los que definieron nuestras vidas: la conformación de nuestro mente, cuerpo y alma. Los invito a que recuerden algo bueno de cada uno de esos compañeros y dejen salir una sonrisa desde el corazón. Yo hare lo mismo desde la distancia.
Hace 20 años la sociedad adulta nos dió la bienvenida. Y evaluando todos los momentos de mi vida (y de la de muchos de Uds de los cuales tengo información), me queda claro que El Patria ha cumplido con su deber pues fue en gran parte por nuestro colegio que somos hoy personas de bien, útiles a la sociedad. Pero ahora, es nuestra responsabilidad seguir apoyando a nuestro colegio para que esa misión se siga cumpliendo en el futuro. Me uno a las palabras de mi gran amigo Juan Carlos Pinzón y los invito a pensar en alguna forma de apoyar a nuestra alma máter para que sea una institución que continúe trascendiendo lás décadas y sea recordada con agradecimiento y admiración.
Infortunadamente la distancia no me permitió viajar y disfrutar de vuestra presencia, pero no por eso disfrutaré menos del día de hoy. Hoy, aunque me encuentro en Florida, a miles de kilómetros de Colombia, estoy con toda seguridad, en medio de todos ustedes en esta ocasión especialísima.
Les envío a todos un abrazo de agradecimiento y cariño por todos los indescriptibles momentos que pasamos juntos. En las buenas y en las no tan buenas. Porque de todas esas ocasiones se hace la vida. Y no me queda duda que nuestra vida de estudiantes fue excepcional.
Finalmente, quisiera dejarles una reflexión antes de dejarlos para que sigan celebrando. Es la filosofía del “un poco más” que se puede aplicar esta ocasión y a cualquier otra de nuestras vidas. Les invito a vivir estos momentos un poco más, a acercarse a esos amigos un poco más y disfrutar de su compañia un poco más. De aprovechar cada momento y buscar proyectar esa amistad en el futuro porque 20 años pasan volando y otros veinte también lo harán. Luego, no habrá más tiempo que aprovechar.
Así que levanten sus copas y brindemos por todos los que están y los que no están porque nunca habrá otra promoción del Patria 1989.
Felicitaciones a todos y mi mejores deseos para estas navidades para Uds todos sus seres queridos.
Un Abrazo especial,
Ruddy Castellanos